Son muchas las ocasiones en las que sentimos que las cosas no nos salen como esperamos, que a nuestra manera simplemente no funciona.
A veces parece que nos esforzamos, que estamos dando lo mejor de nosotros y no es suficiente.
En estos momentos es cuando necesitamos hacer cambios, primero colocar a Jesús en el centro de todo lo que hacemos y permitir que Él dirija nuestro andar y segundo aceptar nuestras fallas y reconocer nuestra total dependencia de Él. Saber que Él tiene un plan maravilloso para nuestra vida nos dará el norte que necesitamos.
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